Soy madrileña y por casualidades de la vida he acabado viviendo en Alicante, ciudad que me encanta. Aquí tengo todo lo que necesito para ser feliz, mi marido, mis hijos y no por nombrarla la última menos importate mi madre. A ellos les debo todo lo que soy, tanto bueno como malo. Sólo sé que los adoro y que vivo por y para ellos.
Desde que se planta sigue las mismas pautas de crecimiento que los pepinos. A mediados de mayo ya se ven las primeras flores, se van formando los alficoces que van creciendo hasta alcanzar un tamaño como este que veis en la foto.
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